Fotorreportaje por Idania Cárdenas
HAVANA TIMES – Con el eslogan ¡YO SOY RUMBERO Y QUÉ!, la agrupación Rumbatá fue creada en 1996 por el camagüeyano Wilmer Joel Ferrer quién decidió crear una agrupación musical dedicada a cultivar la rumba.
En 2006 la UNESCO la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Rumbatá explora la fusión con otras sonoridades (rumba y batá), que desde su nombre sugiere que lo que se va a escuchar va más allá del tratamiento conservador del género para adentrarse en la búsqueda de otras expresiones melódicas y rítmicas como la timba, la trova, la salsa, el rap, el latín jazz y el mozambique.
El resultado es increíble, con maravillosos arreglos vocales combinados con la difícil clave de la rumba. Con un lenguaje popular, las letras de las canciones incluyen frases populares del momento y consigue hacerse entender en todo el público cubano. Con su música deleitó a los presentes que asistieron al callejón de Hamel lugar donde se le rinde tributo a la cultura afrocubana. Así, a ritmo de rumba, este domingo 10 de marzo en La Habana, concluyó la edición XXI de la Fiesta del Tambor, certamen internacional anual y con carácter competitivo.
Los tambores cierran sus sesiones de rumba hasta el 2025, y esta fiesta presidida por el músico cubano Giraldo Piloto, tendrá que esperar 12 meses para abrir su próximo programa de actividades y competencias.